Los templos vivientes de la saturada naturaleza, pura y profunda, deja salir confusas palabras donde en realidad se esconden otras de tenebrosos ecos, encapsulados, no libres de verdad y confundidos por la tramposa claridad de una vasta noche de colores, sonidos y perfumes.
Los oboes son mas que dulces al ser también confusos triunfantes, enmascarados y silenciosos aullidos que sirven de prologo al juego seductor de la expansión de colores y aromas infinitos, corrompidos para transportar-nos hacia el templo de pilares vivientes en bosques simbólicos y familiares al que nos “corresponde” con su contemplación.
De allí la "correspondencia" entre el estado del espíritu y los sentidos a través de la naturaleza con sus colores y aromas; simple como el verde de las praderas, corrompido como el almizcle y el incienso pero no por eso menos bello que el ámbar, el benjuí y el seductor oboe con su transportación.
“Correspondencias” entre aquello mudo, lo natural y uno.
Lo mudo: se percibe ( a través del sentido ) y nos habla en el olor “rico y triunfante” del “ámbar almizclado y el incienso junto al benjuí”
“Las miradas familiares ya que allí estuve mil veces perdido en un bosque de símbolos que me contemplaba.
Enorgullecido de la belleza natural y expandido en los sentidos infinitos ”
Los oboes son mas que dulces al ser también confusos triunfantes, enmascarados y silenciosos aullidos que sirven de prologo al juego seductor de la expansión de colores y aromas infinitos, corrompidos para transportar-nos hacia el templo de pilares vivientes en bosques simbólicos y familiares al que nos “corresponde” con su contemplación.
De allí la "correspondencia" entre el estado del espíritu y los sentidos a través de la naturaleza con sus colores y aromas; simple como el verde de las praderas, corrompido como el almizcle y el incienso pero no por eso menos bello que el ámbar, el benjuí y el seductor oboe con su transportación.
“Correspondencias” entre aquello mudo, lo natural y uno.
Lo mudo: se percibe ( a través del sentido ) y nos habla en el olor “rico y triunfante” del “ámbar almizclado y el incienso junto al benjuí”
“Las miradas familiares ya que allí estuve mil veces perdido en un bosque de símbolos que me contemplaba.
Enorgullecido de la belleza natural y expandido en los sentidos infinitos ”
Vanesa Aldunate
2 comentarios:
holderlin habla de la misión del poeta como "sorprender los signos de los dioses". al final el sentido de lo sagrado es lo que acerca la mística a la poesía- los signos y correspondencias a cada paso.
se hace el camino si es que podemos andar
se hacen los signos y se revelan los sentidos que aun no sabemos reconocer
Se hace la mision del poeta y se crea la mistica
solo con la esperanza de resucitar
Lastima que ya no hay Dioses!!
Vanesa
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