
"Después de hablar en estos términos , habrás hecho un daño a un ser humano, pero al mismo tiempo serás amado por él: es la mayor dicha que pueda concebirse. Más adelante podrás internarlo en un hospital, porque el lisiado no podrá ganarse la vida. Un día te llamaran magnánimo, y las coronas de laurel y las medallas de oro esparcidas sobre el gran sepulcro, ocultaran tus pies descalzos al rostro del viejo.¡Oh tú cuyo nombre no
quiero escribir en esta página que consagra la santidad del crimen!
En cuanto a mí, todavía existo."
Los Cantos de Maldoror - Conde de Lautréamont -
Breves, cáusticos, procaces, con la impronta de un látigo que estalla, así son estos poemas de Rolando Revagliatti, nuestro invitado de hoy.
Les recomiendo acompañarlos de su especial recitado, la culminación de sus versos, se recrea en una voz única, que desafía una tradición de lectura en poesía, emparentada con su labor
teatral.
Imposible no prestarle atención, imposible cerrar los oídos,
el tono restalla o languidece y nos conduce desde el humor
mas negro a la sexualidad desembozada: esa que siempre
estuvo ahí y que guardamos como el secreto mas sucio.
Ahora, corrosión en Parnaso 14
Lilián Cámera
Diet
Era su propio
y único padre
Él lo enterró
Lo juro:
87.000 gramos
de una impenetrable
gelatina.
Era su propio
y único padre
Él lo enterró
Lo juro:
87.000 gramos
de una impenetrable
gelatina.
Siniestra
Mi mano de 11 años de edad, diestra, se estuporiza:
lo que mi amiga de toda la vida, Eufemia
mientras merendamos solos en su casa
tiene y no tiene
son recién cumplidos 13 años
y bombacha
Que lo afirmen los dedos de esa mano:
se le fue la infancia a mi amiga
¡oh, su néctar!
Mi mano de 11 años de edad, diestra, se estuporiza:
lo que mi amiga de toda la vida, Eufemia
mientras merendamos solos en su casa
tiene y no tiene
son recién cumplidos 13 años
y bombacha
Que lo afirmen los dedos de esa mano:
se le fue la infancia a mi amiga
¡oh, su néctar!
Márgenes
No puedo
sino
huir
Mi salvoconducto
es un kilo
de esta mierda
La noche
me va a calzar
como un ambo
de confección
En la otra margen
seré también
un soldado.
Rolando Revagliatti
5 comentarios:
Un selección impresionante que se lee de forma tan placentera, al igual que como se degusta un buen vino.
Gracias Alucard, esa era la idea,
queremos voces distintas, queremos
multiplicidad.
De lo barroco a lo minimalista, de
la noche al humor negro, lo que importa es el poema.
Lilián
un brindis por estos poemas del amigo rolando revagliatti, de quien estoy disfrutando mucho su libro "de mi mayor estigma"
Gracias estimado J.G. en verdad se disfrutan estos versos, aunque el ciberespacio me haya hecho unas jugadas extrañas al subirlos
Lilián
Impecables y lapidarios. Muy bueno ese epígrafe del gran Isidore, le va muy bien al tono de Revagliatti.
Ah, escuché la grabación, es bien particular, sí, me gustó.
El Levitador
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