domingo, 31 de octubre de 2010

Robert Frost


Designio

Me encontré una araña carcomida, gorda y blanca,
sobre una blanca malva, sujetando a una polilla,
como un blanco retazo de rígido satén;
aspectos diferentes de la muerte y el marchitamiento
mezclados ya para empezar bien la mañana
como los ingredientes del brebaje de una bruja.
Una araña como un copo de nieve, una flor como la espuma,
y unas alas mueras como una cometa de papel.

¿Con qué objeto era blanca esa flor,
la azulada e inocente malva de las cunetas?
¿Qué fue lo que condujo a la hermana araña hasta esa altura
y encaminó hacia allí, en la noche, a la blanca polilla?
¿Qué fue sino un designio de las tinieblas con el fin de asustarnos?
Si s que hay un designio que disponga una cosa tan pequeña.



Sin Cosechar

Una fragancia de madurez venía del otro lado de un muro.
Y me decidió a abandonar el camino habitual
Para dar con lo que me hizo detener la marcha.
Ahí, no cabía duda, se erguía un manzano
Que se había aliviado de su carga estival
Y que, libre de todo, salvo su trivial follaje,
Soplaba tan suave como el abanico de una señora.
Pues se había producido una caída de manzanas
Tan cabal como la que la manzana le causó al hombre.
El suelo era un solo círculo de sólido rojo.

¡Que algo quede siempre sin cosechar!
Que mucho quede fuera del plan enunciado,
Manzanas u otra cosa olvidada y dejada,
Para que husmear su dulzura no sea robo.



Las malas tendencias se anulan


¿Irá el pulgón a terminar con el castaño?
Los granjeros tienden a pensar que no.
En las raíces siempre arde un rescoldo
Que hace salir nuevos brotes
Hasta que otro parásito
Venga a terminar con la peste.

Robert Frost


Robert Frost nació en San Francisco, California, el 26 de marzo de 1875, (aunque es frecuente encontrar biografías que señalan 1874 como su año de nacimiento)
Los primeros años de su vida transcurrieron, junto a su hermana Jeanie. Muerto su padre en 1885 su madre e hijos se trasladan a Salem, New Hampshire. Es decir que a los 10 años tiene la primera impresión sobre el paisaje rural y el habla de los hombres simples de Nueva Inglaterra. Estudió en Harvard, pero no se graduó. Se dedicó a la enseñanza, a la avicultura, fué reportero y fabricante de zapatos. Mientras tanto iniciaba su camino en la escritura colaborando con el periódico El Independiente y fundando publicaciones como El Sentinel.
Contrajo matrimonio con Elinor White en 1895 con la cual tuvo seis hijos (dos de los cuales habrían de morir en la infancia)
En 1924 recibió el primero de los cuatro premios Pulitzer que se le otorgaron.
En 1930 fe elegido Miembro de la Academia Americana.
Falleció a principios del año 1963 a la edad de 88 años.

Sus obras mas reconocidas fueron:
La voluntad de un muchacho ( 1913)
Al norte de Boston (1914)
Intervalo en una montaña (1916)
New Hampshire (1923)
Arroyo que corre al Oeste (1928)
Mascara de la razón (1945)
En el calvero (1962)
Contando en su haber con numerosos libros: líricos, de teatro y en prosa.
Sus poemas tienen un lenguaje sencillo, refiriéndose al paisaje rural reflejando así la naturaleza y las emociones.


Vanesa Aldunate


Datos recopilados y compaginados de :
Robert Frost “Reparación del muro y otros poemas” D.G.Helder; www.alohacriticon.com/viajeliterario/article78;
www.famouspoetsandpoems.com/poets/robert_frost/

sábado, 9 de octubre de 2010

Leonor García Hernando (1955-2001)*


Cuando la noche llega temprano, Leonor cuelga su enagua de un clavo en la pared.

Y ella dijo: no te daré mi muerte…

Prueba el borde amargo de la copa. Y si el otoño se oculta bajo los lunares del pecho, ella hilvana el ruedo de su pollera, y degusta el sabor de la herida sólo para escribirla.

Sólo un verso hay en mí

un ciervo que huye, herido por los muertos

Y ella supo: hay pecados benditos.

Desbaratando la solidez de las palabras, la ley de gravedad es superflua y el corazón se desliza hacia las piernas. Pero en la mesa familiar el padre no tenía silla, y ella fue quitada del paisaje, derrotada. Descalza oscureció su frente: lo que se mira también hace un destino.

el desierto sería un paisaje más suntuoso.

El abandono no tiene declives,

ni chacales de hocico espumoso que olfatean las sienes

perforadas. El abandono sólo me tiene a mí

Porosa, opaca, lisa y áspera, Leonor adquiere la cualidad de los materiales para disolverse en ellos de puro cansancio. Se disgrega sin inocencia en el mundo, para doblegar toda la fatalidad del universo, haciendo suyo el magnífico verso de René Char que elige como epígrafe de su último libro.

Apenas la morbidez de un chal, una poesía de encaje oscuro para abrigarse. Esta materia de la deformidad no quiere gestos, porque hay que resguardarse húmeda entre los musgos del jardín:

Sospechar

bajo los árboles.

Liliana Piñeiro.


*Leonor García Hernando nació en Tucumán, en 1955. Formó parte del taller literario "Mario Jorge de Lellis" y del consejo de redacción de la revista Mascaró.
Publicó los libros de poesía "Mudanzas" (1974), "Negras ropas de mujer" (1987), "La enagua cuelga de un clavo en la pared" (1994), "Tangos del orfelinato/Tangos del asesinato" (1999) y "El cansancio de los materiales" en el 2001, del que llegó a ver los primeros ejemplares dos semanas antes de morir, el 30 de marzo del 2001.

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