lunes, 19 de noviembre de 2007

ABATIDA


Se agotan células desechables en la construcción del tiempo

La mano final incrusta sus dedos en los jugos de la sien

La tiniebla ha borrado el espacio y el cosmos

No estoy
No estuve

Llanto desgarrante del vacío en la memoria quieta

Ojos serpentinos agitados caen desesperados
plácidos y apacibles en el chorrear sonoro

Y el vacío está
Y estuve en él

La médula eléctrica del miedo
te trae de regreso en ahogo abatido


Vanesa Aldunate

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Tremendas imágenes. Este poema bien podría ser una pintura!

meridiana dijo...

Gracias Pol, que grato es encontrarte por acá.
Me conmueve que lleguen las imágenes, pero no se si hay pintura que pudiese recrearlas.
Aunque si la pintara Blake... bien podria captarlas no?

Un Abrazo

Vanesa Aldunate

Anónimo dijo...

Hablando de pinturas...se advierten sensaciones de muy difícil traducción, probablemente en un intento de exorcizarlas.La imagen elegida para ilustrar el texto es reveladora de una tensión insoportable.

Saludos.

meridiana dijo...

Hanna: has captado la esencia.
No hay mas palabras.
Gracias por comprender.

Un abrazo

Vanesa Aldunate

Anónimo dijo...

Donde no hay mas palabras puede comenzar un camino. Duras pruebas que atravesar y si la pintura podría ser la de Blake...quizás... la metamorfosis esté en marcha.
Terrible y bello poema Vanesa

El Levitador

meridiana dijo...

Gracias Levitador. Y de eso se trata de caminos, de búsqueda y si llegan respuestas o la metamorfosis se produce... quizá sea una bella pintura.

Un abrazo

Vanesa Aldunate

Alucard dijo...

Donde alguna ves se estuvo nunca más se regresa de la misma manera, ni se recibe con la misma candidez o aquel desprecio abatido entre el pesar de la ingenuidad pérdida entre una maleza espesa, causa del temor del nuca haber llegado a donde se estuvo. Excelente texto.

meridiana dijo...

Gracias Alucard: es cierto nunca regresé de allí de la misma manera, es más en realidad creo que parte de mí... todavía anda divagando en aquel limbo. Quien sabe, el tiempo dirá.

Un saludo

Vanesa Aldunate

La Gata Insomne dijo...

la médula eléctrica del miedo!!!

qué maravilla de imagen
temblé una vez más

un abrazo asustado