
Nacido en 1930, Francisco “Paco” Urondo fue poeta, novelista, dramaturgo y guionista cinematográfico. Fuertemente comprometido con su militancia política, muere en 1976, enfrentando a la policía de la dictadura militar argentina.
Definiendo su “ars poética”, Urondo nos dice:
“ No es del poeta un oficio milagroso o sobrenatural o de loquitos o de elegidos. Es una tarea que cumple la gente”
En su obra, el yo poético queda a merced de la época, a la intemperie de los afectos. Se escribe sobre el deseo, se libidiniza el proceso de cambio social. Si todo poeta se rebela en el lenguaje, dándole a las palabras un brillo que suelen perder en el uso cotidiano, Urondo extiende esta opción a una actitud revolucionaria, en contra de los valores establecidos por una burguesía que hace de la propiedad privada su bien más preciado , y del matrimonio una institución que la sostiene, dejando de lado la pasión y el amor.
En los siguientes textos se puede apreciar cómo, lejos del individualismo, esta poesía encuentra su carnadura en el mundo, en la historia amorosa y política que atraviesa el que la escribe.
En el poema
“Carta abierta” distintos tonos afectivos arman el balance de una relación en clave de despedida. La hora de definiciones es “una hora sin seducción”. Con tintes autobiográficos, en tono de conversación, Urondo declara:
“Querida mía: soy un hombre que te pierde”Así como una identidad también está dada por aquello que dejamos, así en la dialéctica amorosa, cuando el tú ha sido fuerte, irradia intensidad y es dador de sentido al yo, aún en la pérdida. El poeta escribe desde esa delicada frontera donde el amor deja de serlo.
Y el sentido también se encuentra en el compromiso militante con los otros, que comparten las desventuras de un país donde
“La verdad es la única realidad" Este poema fue escrito en la cárcel de Devoto, donde el poeta permaneció detenido a comienzos de 1973. Parafraseando la famosa frase de Juan D. Perón: “la única verdad es la realidad”, Urondo define el espacio real y el irreal a partir de la verdad y la mentira. Las rejas de la cárcel son la “mentira”, la “irrealidad” con la que pretenden apresar la “verdadera realidad”: el reclamo por una necesaria justicia social.
Refiriéndose a la frase de Martí: “Osar morir da vida”, Urondo comenta:
“El sentido de la osadía de Martí no es individualista, sino que responde a una concepción ideológicamente más generosa. Porque la vida no es una propiedad privada, sino el producto del esfuerzo de muchos”
Sobreviviente a los intentos de desaparecerla de la literatura argentina, la poesía de Urondo se ofrece como un testimonio donde se rastrea la historia de una generación, sus ideales e ilusiones, sus desencantos y fracasos.
Liliana Piñeiro.