sábado, 9 de octubre de 2010

Leonor García Hernando (1955-2001)*


Cuando la noche llega temprano, Leonor cuelga su enagua de un clavo en la pared.

Y ella dijo: no te daré mi muerte…

Prueba el borde amargo de la copa. Y si el otoño se oculta bajo los lunares del pecho, ella hilvana el ruedo de su pollera, y degusta el sabor de la herida sólo para escribirla.

Sólo un verso hay en mí

un ciervo que huye, herido por los muertos

Y ella supo: hay pecados benditos.

Desbaratando la solidez de las palabras, la ley de gravedad es superflua y el corazón se desliza hacia las piernas. Pero en la mesa familiar el padre no tenía silla, y ella fue quitada del paisaje, derrotada. Descalza oscureció su frente: lo que se mira también hace un destino.

el desierto sería un paisaje más suntuoso.

El abandono no tiene declives,

ni chacales de hocico espumoso que olfatean las sienes

perforadas. El abandono sólo me tiene a mí

Porosa, opaca, lisa y áspera, Leonor adquiere la cualidad de los materiales para disolverse en ellos de puro cansancio. Se disgrega sin inocencia en el mundo, para doblegar toda la fatalidad del universo, haciendo suyo el magnífico verso de René Char que elige como epígrafe de su último libro.

Apenas la morbidez de un chal, una poesía de encaje oscuro para abrigarse. Esta materia de la deformidad no quiere gestos, porque hay que resguardarse húmeda entre los musgos del jardín:

Sospechar

bajo los árboles.

Liliana Piñeiro.


*Leonor García Hernando nació en Tucumán, en 1955. Formó parte del taller literario "Mario Jorge de Lellis" y del consejo de redacción de la revista Mascaró.
Publicó los libros de poesía "Mudanzas" (1974), "Negras ropas de mujer" (1987), "La enagua cuelga de un clavo en la pared" (1994), "Tangos del orfelinato/Tangos del asesinato" (1999) y "El cansancio de los materiales" en el 2001, del que llegó a ver los primeros ejemplares dos semanas antes de morir, el 30 de marzo del 2001.

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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenisimo el texto homenaje a la Gran Leonor, la del chal y el rouge, la de las armas elegantes en la cartera, la de la intensidad de las víctimas, la gran poeta
"insoportable" para la década pasada (a Leonor la enfermaron los 90, es mi teoría). Algun día, cuando pueda,cuando leerla no me de tanta tisteza por su falta, haré ese espectáculo que alguna vez planeamos hacer juntos, con sus poemas, sus músicas, y un aire canalla arltiano y filibustero.
Minetras tanto sigamos difundiédola.
Que bueno que incluyeron poemas de ella en la Antologia Bicentenaria de Monteleone.
Y que lugares como este blog se la recuerde.

Liliana dijo...

Ale: Leonor tenía un lugar para vos en su corazón, y un lugar en su poesía para tu palabra. Así es como un poema tuyo cierra su último libro.

Con un aire canalla arltiano tenés que hacer ese espectáculo, vamos.

Mari Pops dijo...

que gusto leer nuevamente este blog chicas!

Beso
la pops

Liliana dijo...

Y un placer tu visita, Mary!!

besos

Karol Arcique dijo...

Un placer conocer a Leonor,

saludos

DaliaNegra dijo...

No la conocía y me ha impactado,buscaré mas sobre su obra.Gracias por este descubrimiento y por tantos otros de los que vuestro blog ha sido puente.un beso***

meridiana dijo...

Karol y Dalia: me alegra haberlas ayudado a descubrir a esta gran poeta

Liliana