sábado, 25 de julio de 2009

Cine: Rosetta *


Si el afecto tiene movimiento, la desesperación es veloz. Y a esa velocidad corre Rosetta, la protagonista adolescente de la película que los realizadores belgas Jean Pierre y Luc Dardenne filmaron en 1999 y con la cual ganaron su primer Palma de Oro en el Festival de Cannes.

Consustanciadas cámara y protagonista, la urgencia tiñe la huída. ¿De qué se huye? De la miseria y el hambre, del horror de una madre alcohólica que desampara y cuyo peso agobia los jóvenes brazos. Ausente de la mirada primordial, Rosetta se desdobla: dibuja su identidad con la propia palabra, tratando de hacer pie. La adolescente es empujada a buscar algo: un trabajo, algún tipo de reconocimiento que la salve de la desintegración. Pero no hay adónde ir, y si lo hay, ella todavía no aprendió a descubrirlo. Hace propia la hostilidad del mundo y sólo le queda arrancar a la vida lo que ésta no da. Y rápido, bien rápido.

La película logra el tono pulsátil de la necesidad: ésa es su carrera. El anclaje de la relación con un otro resulta precario: no se lo deja morir, pero se desea su desaparición, y en este deseo mortífero queda comprometida la propia existencia. Sobrevivir se juega en un límite impreciso, donde cabe la traición...¿cabrá el arrepentimiento?

Pero la condición humana no carece de horizonte y el final llega en el momento justo en el que éste se perfila. Rosetta detiene sus ojos desesperados en otra mirada: algo se aquieta, por fin, y la cámara se apaga para sostener ese momento.



Liliana Piñeiro


* Publicado en el blog La Otra

16 comentarios:

Unknown dijo...

Todo tiene movimiento, todo deviene (como tan bien nos explico Heráclito que pasa con los seres), claro que ni Heráclito, ni la psicología sabe muy bien como hacer para que las cosas no duelan tanto.

Por más que se intente correr lo que nos hace reír o llorar seguirán haciéndonos reír y llorar, aunque queramos dejar atrás el pasado, siempre va a ser parte importante de nuestro presente.

Todos necesitamos algo, por algo avanzamos, porque siempre algo nos falta.

La verdad que has hecho un desglose poético y claro de la película, la has vendido más que bien, ahora tengo ganas de ver los fotogramas que hacen que todo aquello que nos contas suceda.

Un saludo.

HologramaBlanco

meridiana dijo...

Holograma:

Ver una película de los Dardenne es una experiencia poética que no se olvida, y provoca escritura.

Además de Rosetta, te recomiendo especialmente "El Hijo".

saludos
Liliana

Javier Galarza dijo...

el final de tu comentario lo dice todo: sostener ese momento. no vi la película, me guio por tu comentario y si entendí bien, ese es el conjuro, hacer desde, con la desesperación.

ema déborah finzi dijo...

Querida Liliana: Bella lectura la tuya. Esa velocidad (del dolor y de la imagen) tiene como articuladora también una cámara en mano sabia que deambula, corre, como Rosetta misma. Una cámara que exhibe que en el primer mundo (¿qué significa ese concepto?) también transitan (corren) pobres, excluidos, ciudadanos sin-ciudadanía.

Recuerdo una escena mínima pero eficaz (porque también del dolor físico se trata) y digo poderosa o eficaz por lo que no vemos en la ficción con recurrencia: ella se pasa el secador de pelo por la piel tersa del vientre pero con la intención de aliviar los fuertes dolores menstruales. Una imagen justa, certera. Todo es dolor o, por lo menos, casi todo.
un beso enorme,
ema

Adara dijo...

Realmente Liliana tu comentario realza la película. No la he visto pero me dan ganas solo por leer tu reseña.

Te mando un saludo

Adara

meridiana dijo...

Bueno, Javier, la experiencia de la angustia es necesario atravesarla, según Kierkegaard...

En esta película, la cámara ES desesperación: tiene el tono de los sentimientos de Rosetta. El espectador siente la inadecuación, se pierde en el mundo hostil junto a la protagonista.
Una obra de arte, sin duda.


Liliana

meridiana dijo...

La sensación, Ema, es de una película en carne viva...

Me alegra tenerte de vuelta por aquí,tus comentarios tienen una especial agudeza para apreciar el buen cine. Y son siempre bienvenidos.

un abrazo
Liliana

meridiana dijo...

Gracias, Adara, pero la película tiene un gran valor por sí misma, más allá de mi reseña. Ojalá la puedas ver.

Un beso
Liliana

LuisAQuesada dijo...

"Rosetta es una sobreviviente" dijo Luc Dardenne.

Cómo tal, la impronta de su desesperación y su fatal alianza con la soledad y el desamparo, la dejaran librada a sí misma.

Son otras cosas las que la ligan al mundo. Reglas, rituales y objetos, no personas.

En un mundo donde el tener o no tener trabajo nos coloca en un lado u otro de la orilla (más allá de primer o tercer mundo), Rosetta nos alerta sobre la pérdida de nuestra humanidad. Demasiado hay que defenderse a veces de lo que nos expulsa permanentemente.

Por eso es clave el personaje de Riquet, parece decirnos que sólo aquellos que están dispuestos a dar un paso más allá de lo posible, pueden ofrecer a quienes están abandonados a la intemperie una verdadera oportunidad de conectarse con la vida.

Muy buena tu reseña Liliana

meridiana dijo...

Efectivamente, Luis. Tratar de enhebrar algún vínculo que la ligue al mundo: en eso consiste la tragedia de Rosetta. Y en ese intento se juega, para ella y para los que la rodean, algo de la condición humana.

Gracias

un saludo
Liliana

Basquiat dijo...

a buscarla ahora, se agradece la recomendación.
besos.

meridiana dijo...

Bueno, Basquiat, después me comentás tu opinión...

beso, Liliana

Unknown dijo...

por suerte soy del club de deleuze cada vez mas
me haces acordar del vampirito?
y busco la comuna de witkins

meridiana dijo...

Leo: Rosetta es del club de Deleuze?

Es un vampiro??

Mmmm...voy a volver a verla!


Liliana

Anónimo dijo...

Umm, tenés la virtud de tentar con tus platillos. Quiero verla.
Un beso, Liliana.

meridiana dijo...

emeygriega: es mi propósito que los lectores se tienten con el buen cine...

no creo que te decepciones

un abrazo
Liliana