martes, 10 de marzo de 2009

perfil


El momento más grave de mi vida es haber sorprendido de perfil a mi padre.
César Vallejo.




Gravemente, crecer. Ejercer la potestad de mirar
Apropiación de los ojos (los míos, los del otro en mí) para sorprender a un padre de perfil, limado de su poder.
Revelación instantánea y posicional: la distancia confiesa dos lugares.


Liliana Piñeiro.

25 comentarios:

DaliaNegra dijo...

A mí me pasó al mirar las manos de mi padre, de pronto le vi la humanidad y perdió ese algo grande y como omnipotente, pero ganó otras cosas, entre ellas la marejada de afecto que invadió mi corazón en ese instante.Besos***

Patricia Angulo dijo...

Me pasó lo mismo que a Dalia, un día descubrí que mi padre sufría o se refugiaba en estados melancólicos.
Descubrir esa mirada nublada en él, que era pura sonrisa y bromas, me lo hizo mas humano, pero también lo puso mas cerca de mi.

Estoy recordando su perfil ahora y la distancia que se imponía entre nosotros y que yo algunas veces rompía a mi antojo y otras respetaba a ultranza.

Besos.

Javier Galarza dijo...

la visión de la muerte misma me dejó temblando su indefensión. de pronto la evidencia de un ahora: dislocación temporal que lo evidenciaba niño.
un gesto último de paz y suavidad para nacer en lo simbólico.
"cuando murió mi padre, nació su ausencia" escribió bustos.
"mi padre al irse, regaló medio siglo a mi niñez"(porchia).
los dos lugares de la distancia y esa noche que se abre, donde camino cien cuadras y pasan los días y sigo caminando.

Anónimo dijo...

"limado de su poder"
uno a veces siente en la carne esas pequeñas virutas, el padre se asoma a nuestros ojos como un niño

bellísimo Liliana

Luis

julieta eme dijo...

yo espero que nunca llegue ese momento.

meridiana dijo...

Dalia: esa "otra" manera de mirar a un padre constituye, siempre, un momento inolvidable

Saludos!
Liliana

meridiana dijo...

Qué bueno, Pato, que este texto evoque esos recuerdos!
Sin duda, justifica el post

Beso, Liliana

meridiana dijo...

Gracias, Víctor, haremos una visita.
Un homenaje a Lennon siempre es bienvenido.

Liliana

meridiana dijo...

Javier:

una dislocación temporal. un gesto último. la visión de un perfil en circunstancias dolorosas.

abrazo
Liliana

meridiana dijo...

Se siente en carne viva, sí, Luis. No hay otra manera de sentirlo.

Saludos
Liliana

meridiana dijo...

Julieta: es muy humano esperar, a veces, que no se produzca lo inevitable...

Besos
Liliana

Anónimo dijo...

“la distancia confiesa dos lugares”

He visto a mi padre llorar… se había marchado un amigo del alma.
Allí descubrí lágrimas y un Dios que poco a poco se resquebrajaba.
Aunque me hizo bien humanizarlo, sigo creyendo en su inmortalidad.

Hermoso.
Adara

Mari Pops dijo...

hermoso
estando o no la memoria de las manos paternas permanecen siempre

Las he mencionado en mi blog. Apreciaria vuestra impresion, bellas Meridianas sobre mis post de hoy

Besos

meridiana dijo...

Adara: el sonido de un dios que se resquebraja...es el sonido del verso de Vallejo. Un punto de inflexión.

Saludos
Liliana

meridiana dijo...

Mary: la memoria de lo táctil, la proporción de las manos...el registro de los sentidos nos devuelve al padre, desmiente su ausencia.

Pasaremos por tu blog.

Un abrazo
Liliana

Viv. dijo...

En este otro tiempo y lugar descubro, miro, desde una nueva perspectiva, aquello que el olvido perdió y la distancia no logró arrancarme.

Abrazos fuertes, meridianas!

meridiana dijo...

Es cierto, Viv. La perspectiva que nos brinda el tiempo casi siempre enriquece nuestra vida.

Abrazo
Liliana

morgana dijo...

LA distancia confiesa dos lugares.
Y qué dolorosa resulta esa confesión que se escucha como irremediable, como si la cercanía (en el caso que alguna vez haya existido) fuera absolutamente imposible.
Me encantó esta revelación.
Beso, M.

meridiana dijo...

Esa fusión con nuestros amores primeros (madre, padre), ese mítico lugar...concentra toda la nostalgia.

Gracias, Morgana, por tu comentario.

Beso, Liliana

Unknown dijo...

la muerte de los padres= la clausura total y absoluta del tiempo de la infancia

meridiana dijo...

así es , Leonor, una orfandad irremediable

saludos
Liliana

La Gata Insomne dijo...

buenísimo esto de Vallejo y maravillosa tu reflexión

el tema da para mucho y complej
de allí los complejos....

por ahora paso

un beso

meridiana dijo...

Gata: es cierto, en ese verso de Vallejo hay mucha tela para cortar...

Un abrazo
Liliana

Humanoide dijo...

No tengo padre, no tengo madre. Soy sentimiento puro y estoy a punto de reventar.

meridiana dijo...

humanoide sin referentes...puro sentimiento? explosión?

(una manera de ser, al fin y al cabo)


Liliana