domingo, 20 de mayo de 2007

LA ESPERA DE UN SONIDO EN EL ABISMO


Agradezco si la lengua me abandona y surge el silencio.


Es que no hay palabras para expresar el verdadero silencio.
Decir silencio es decir algo que no se compara simplemente con lo inaudible, es mucho más que eso.
Decir silencio no expresa la soledad que lo acompaña, ni la dulzura en la que se recuesta, ni lo placido que resulta algunas veces, ni el dolor que conlleva cuando atormenta, ni la desprotección en la que te sumerge, ni el dominio que ejerce, ni la confrontación entre el silencio del cuerpo y del pensamiento.
Decir silencio no es decir Todo sino decir Nada que comprometa.
Decir silencio es enmascarar el verdadero momento del privilegio, lo sublime ante un papel, un paisaje, un cuerpo, un deseo.


El verdadero Silencio es Supremacía.


Decir silencio es callar el habla, es estrangular la autentica expresión del momento.
Silencio es pedir un permiso que debiera ser un derecho adquirido.
Decir silencio es decir ahogo.
Solo silencio no expresa, no ahuyenta, no rompe, no subleva como el verdadero instante.


(Ver Texto completo)

Vanesa Aldunate

8 comentarios:

Javier Galarza dijo...

el silencio es tentación y promesa. refugio de místicos y poetas.

silvia camerotto dijo...

el silencio es un privilegio necesario. allí se alcanza el misterio poético, estimada vanesa. allí reside el lugar de la escritura. sean usted y su privilegio! a no bajar los brazos!

meridiana dijo...

JG:
tentación en espera profunda
promesa celestial incumplida
ciertamente refugio de místicos
Y los poetas?

Sibila:
Un gran privilegio que nos abandona a diario
Se escurre entre los cantos de pequeñas voces muy dulces que tambien agradecemos
Que ambivalencia!!!
Un saludo

Vanesa

silvia camerotto dijo...

pero vuelven, vanesa. siempre vuelven.

Anónimo dijo...

el silencio detrás de la máscara con que enfrentamos el día a día
y las voces, las voces Ud. lo ha dicho: pequeñas dulzuras

JOY

meridiana dijo...

Aquellas que susurran en un oído que desea silencio. Pero con una dulzura inpensada traída desde donde no tenemos memoria, desde lo mas legítimo y esencial. Deberíamos dejarnoos impregnar un poco más para escuchar sus mensajes, que puedo asegurar son replanteantes en su totalidad.
Gracias Joy.
Vanesa

renatta dijo...

el silencio es la condena de las malas lenguas y la felicidad de los que se aman RENATTA

meridiana dijo...

Gracias pos tu comentario renatta.
El silencio es el cobijo y el rencuentro también.
Un saludo

Vanesa Aldunate