La cazadora. Diosa de la luna y de la naturaleza salvaje. Hija de Leto y de Zeus. Cuando Artemisa era pequeña, su madre la llevó al Olimpo para que conociera a su padre y a sus parientes divinos. Zeus la sentó en su regazo y le dijo que era hermosa y que tendría todo lo que ella quisiera. Artemisa pidió un arco y flechas, sabuesos de caza, un grupo de ninfas para que la acompañara, una falda corta para correr más cómoda, las montañas, los ríos y los bosques como sus dominios particulares y castidad eterna. Junto con Atenea y Hestia, Artemisa forma parte de las diosas vírgenes, las que nunca fueron violadas ni humilladas por los hombres. Independientes y confiadas. Artemisa nació primero y ayudó a su madre a dar a luz a su hermano gemelo, Apolo. Cuando Níobe se burló de Leto porque ella tenía más hijos, mientras que Leto sólo tenía dos, Artemisa y Apolo no dudaron en vengarla. Apolo mató a los seis hijos de Níobe y Artemisa a las seis hijas. Artemisa era competitiva e implacable. Mató al cazador Acteón, cuando descubrió que éste la estaba espiando mientras se bañaba con sus ninfas. Y mató al cazador Orión, de quien estaba enamorada, debido a que su hermano, celoso, la engañó para que le disparara una flecha sin darse cuenta. Luego, Artemisa convirtió a Orión en una constelación. Artemisa acudía en ayuda de las mujeres cuando éstas estaban por ser violadas o eran ofendidas. Era la protectora de las adolescentes y de las mujeres que estaban por dar a luz.
Por su independencia, autonomía y determinación, Artemisa es el arquetipo con el que las mujeres feministas suelen identificarse: una mujer que no necesita de los hombres para sentirse valiosa, que sabe lo que quiere y que lo logra por sí misma, que compite de igual a igual con los hombres y es hermana de las mujeres, con las que se alía y a las cuales protege.
Resulta muy placentero imaginarla caminando tranquila por los bosques griegos, en compañía de sus ninfas, con sus perros y su arco, hermosa y segura, con la cabeza alta y la mirada a lo lejos.
Julieta Eme
Fuente: Jean Shinoda Bolen, Las diosas de cada mujer, Editorial Kairós, 1993.
Imagen: Cazadora - Obra de Mariana Volponi
*Diana en la mitología Romana